El Señor es mi Pastor, nada me falta.
Salmo 23.
Para los padres:
Nos encontramos en el cuarto domingo de Pascua, contado éste a partir del Domingo de Resurrección, que es cuando empieza este período de PASCUA y que culminará con la llegada del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés. El cirio pascual, que se encendió en la vigilia del Sábado Santo, permanece encendido como señal de que Jesús ha resucitado. Él es nuestra luz, ésa que, al mismo tiempo, debemos ser para los demás.
Durante estos domingos precedentes, Jesús se ha ido apareciendo a sus discípulos en diferentes ocasiones y, a éstos, les ha costado reconocerle. Hoy, se nos muestra un cambio: el reconocimiento mutuo de las ovejas. Ellas reconocen al Señor, el Buen Pastor, y éste las reconoce. En este reconocimiento mutuo entre el Resucitado y sus amigos siempre están los que intentan confundir y se hacen pasar por buenos pastores.
Esta pandemia nos está dando la oportunidad de ser “buenos pastores” para los demás. ¿Cuántas personas están cuidando, arriesgando su vida en tantos lugares del mundo, hasta en los rincones de los que nadie se acuerda (Dios sí)? ¿Qué hago yo para llevar esa luz del Resucitado? ¿Cómo cuido de los que tengo a mi alrededor? ¿Dejo que me cuiden? ¿Cómo?
Una vez realizada la dinámica-juego que os proponemos hagáis con los niños esta semana, sería interesante que reflexionarais con ellos. La idea es que vosotros sois el pastor y ellos las ovejas. Vosotros sois guía para ellos, luz en la oscuridad, seguridad que acompaña en su camino, refugio, protección y ellos deben tener confianza en quien les guía. Así actúa el Señor con cada uno de nosotros.
Para los niños:
Como todos los días, nos disponemos a tener ese ratito con Jesús (hoy os proponemos que estéis acompañados de vuestra familia). Aquí tenéis el enlace:
https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2021-04-25
Habiendo pasado este momento con Jesús, ahora podéis hablar en familia respondiendo a las siguientes preguntas: ¿Alguna vez te has perdido o escondido en algún sitio? ¿Qué hicieron tus padres? (Si tú no te acuerdas, quizás te lo puedan contar). ¿Qué sentiste en aquel momento? ¿Cómo se sintieron ellos mientras te buscaban y cuando te encontraron? ¿Les pediste perdón después? ¿Cómo actuaron ellos: te perdonaron?
Te proponemos un juego junto a tu familia: Un adulto de tu casa te va a tapar solo los ojos con un pañuelo o similar de manera que no veas nada. Te van a poner unos obstáculos en el camino que vas a recorrer, pero no lo vas a hacer tú solo. Quien represente al pastor te va a guiar y acompañar en todo momento, incluso si tropiezas en algún obstáculo. La confianza es un punto a favor.
Al final del juego, ¿cómo te has sentido?
Habrás podido imaginar que, como en todo, hay buenos pastores que hacen bien su trabajo y otros que no lo son tanto. Pero nuestra referencia siempre es Jesús: Él es el buen pastor y nosotros somos sus ovejas. Él nos cuida, nos protege, nos salva dando su vida por nosotros, nos conoce a cada uno por nuestro nombre (con nuestras cosas buenas y no tan buenas) y nosotros tenemos la misión de ayudarnos, cuidarnos, amarnos dándonos a los demás.
Fijaos, así es el Buen Pastor:
Compromiso para la semana: Y yo, ¿cómo puedo ser una buena “oveja”, un “buen pastor”? ¿Qué me comprometo a hacer para ello? (Anotad, por favor, los comentarios en la web. Gracias).
Para finalizar la catequesis de hoy, os dejamos una oración para que recéis en familia y una canción:
Lo que quiero ser Quiero ser pastor que vele por los suyos; árbol frondoso que dé sombra al cansado; fuente donde beba el sediento. Quiero ser canción que inunde los silencios; libro que descubra horizontes remotos; poema que deshiele un corazón frío; papel donde se pueda escribir una historia. Quiero ser risa en los espacios tristes, y semilla que prende en el terreno yermo. Ser carta de amor para el solitario, y grito fuerte para el sordo… Pastor, árbol o fuente, canción, libro o poema… Papel, risa, grito, carta, semilla… Lo que tú quieras, lo que tú pidas, lo que tú sueñes, Señor… eso quiero ser. (José María R. Olaizola, sj)
Canción: Buen Pastor
2 respuestas a “Jesús, el Buen Pastor (25 de abril)”
Sí… Me he escondido cuando jugaba en el parque y mi madre me decía que me quedara en un sitio y no le hacía caso. Mi madre al no verme empezó a buscarme como loca y yo no me había dado cuenta que me.estaba buscando.
En ese momento no sabía que ella.me buscaba y no pensé en la angustia que sentiría al no verme en el parque.Cuando mi madre me encontró se sintió más tranquila y aliviada ,despreocupada porque porfin me había encontrado.
Le dije ami madre que perdón por haberme ido lejos que ya no lo Hiba a volver a hacer. Mi madre estaba enfadada pero si me perdonó después 😁
Respecto al juego
Me he sentido un poco nerviosa pero si lo he podido hacer
Para ser una buena oveja me comprometo a hacerle caso a mis padres y hermanos a mi familia que me cuida mucho ,
Para ser un buen pastor me comprometo aayudar a los demás niños de mi clase a mis amigos a niños pequeños que necesiten de mi ayuda etc.
Puedo ser una buena oveja obedeciendo a mis padres, profesores… y puedo ser una buena pastora preocupándome por los demás y haciendo cosas buenas por ellos o enseñándoles.
Pasad buena semana.