Esta catequesis vamos hablar de una palabra difícil. M I E D O.
El audio que está encima de estas líneas es para acompañarnos en esta pequeña introducción. Pero recordad, que DA MIEDO, y puede asustaros, aunque sea solo sonido, o música. A lo largo de nuestra vida poco a poco vamos aprendiendo esta palabra. Los niños pequeños tienen miedo a la oscuridad, a quedarse solos, o incluso los bebes si ven alejarse a sus padres. Cuando crecemos y nos volvemos adultos, los miedos no desaparecen, sino que siguen acompañándonos. Hay gente que tiene miedo a las serpientes, a las arañas, a mil cosas distintas. Y después tenemos miedos más serios: a suspender un examen, a perder un ser querido, a perder el trabajo, a no poder cuidar a quien queremos,…. y ufff, este año de repente nos aparece otro miedo más, a un virus diminuto que nos ha hecho cambiar nuestra vida, que nos ha tenido confinados durante meses y ahora tampoco nos deja en paz. Un ser minúsculo, microscópico, totalmente invisible ha cambiado nuestra vida, mi vida, tu vida.
Aunque hoy no vamos a hablar de Coronavirus, si que nos sirve de excusa.
¿Tú de que tienes miedo?. Sé valiente, y compártelo con los demás.
Pero lo más importante es descubrir que los miedos no pueden frenarnos, no pueden dejarnos “parados”, sino que debemos de ellos aprender y avanzar hacia adelante,….
Sabéis, cual es el secreto del miedo, que el miedo tiene miedo si no estás sólo y se va. El modo más importante para superar el miedo es estar unido, tener alguien a tu lado que te agarre la mano en esos momentos difíciles, alguien que te susurre al oído, “no tengas miedo, yo estoy contigo”. Ten Fé. Confía.
En mi vida como catequista esas son quizás las palabras más importantes que he tenido que decir, y vivir. “No tengas miedo, Cristo está a tu lado”. Recuerdo una tormenta con dos millones de personas en el aeródromo de Cuatro vientos, cuando de repente, al poco de empezar el momento de oración, y tras uno de los días más calurosos y a pleno sol, estalla la tormenta, y empieza a soplar el viento, a caer rayos, y relámpagos. El Papa, Benedicto XVI, ya anciano, está allí, y le invitan a ponerse a resguardo: Sus palabras: Si ellos se quedan, yo también.
¿Sabéis porqué nadie se movía?. Es cierto que alguno tenía “miedo”. Allí, estábamos unas cuantas personas de la parroquia, incluyendo algunos niños, que ya han crecido, pero que tenían vuestra edad, pero teníamos claro que Cristo estaba a nuestro lado, y NO ESTABAMOS SOLOS. Una y otra vez, recuerdo un episodio de Jesús, cuando cruzaba el mar de Galilea, “¿Porque tienen miedo?”. Con Cristo a nuestro lado, acudamos a Él, que nos de fuerza, que nos acompañe. En cuatro Vientos la tormenta cesó, y a continuación tuvimos uno de los momentos mas maravillosos que he vivido, ante Jesús Sacramentado. Eso fue una Jornada Mundial de la Juventud. Ojalá podamos vivir juntos la siguiente, LISBOA, dentro de tres años, en el verano de 2023. ¿Te apuntas a ser Testigo?. Hoy empezamos este camino.